Cómo transformar rutinas que te están estresando

Transformar una rutina que te esté ocasionando estrés puede hacerte recuperar tiempo y mejorar tu bienestar integral. Primero vamos a definir lo que es una rutina. Una definición simple es costumbres o hábitos que se adquiere al repetir una misma tarea o actividad muchas veces.


Según Oxford:

Secuencia de hábitos adquiridos de hacer algo de un modo determinado, que no requiere tener que reflexionar o decidir.

Hay personas que dicen que no les gustan las rutinas, que son aburridas, etc. Pero la realidad es que las rutinas ya están en tu día, aunque no las hayas establecido conscientemente. No tener una rutina que favorece tu día es agotador mental, física y emocionalmente. Seguir una rutina diaria puede ayudarte a establecer prioridades, realizar hábitos para tu bienestar, limitar la procrastinación, realizar un seguimiento de los objetivos de tu día, entre otras cosa. También brinda beneficios adicionales, como brindarte estructura y crear un impulso que te ayudará en los días en que sientas que no estás motivada. La clave es crear patrones diarios, regulares y consistentes, que te ayuden con los objetivos de tu día. Hablar de rutinas tiene mucha tela que cortar, hoy nos vamos a enfocar en 5 pasos para transformar esas que te están provocando estrés. 


Paso 1: Identifica las partes de tu día que son caóticas y abrumadoras. 

Piensa en las partes de tu día que te estresan o te abruman. En que momento del día es frustrante para ti. 

Paso 2: Decide cómo quieres que se sienta esa parte de tu día.

Digamos que la parte de tu día caótica es la mañana. Tienes que preparar a tus hijos para la escuela o la guardería y tienes que prepararte para salir a trabajar o comenzar el Home office. Puede haber un corre y corre para no llegar tarde acompañado de gritos y malas caras. Además, para completar, no encuentras tus llaves o tu cartera. Son más los días que sales tarde que los que sales a tiempo. Cuando llegas al trabajo o te sientas a trabajar,  ya te sientes agotada y el día acaba de comenzar.  Entonces reflexiona, ¿cómo quieres que se sienta esa parte de tu día? ¿Cómo quieres que sean tus mañanas?

Tal vez deseas mañanas que sean un poco más lentas y en paz. Que todos sepan que tienen que hacer y cuando hacerlo para salir a tiempo. Que puedan todos dirigirse a sus respectivos lugares con una mente clara y tranquila. Incluso sería  genial que tuvieras de 10 a 15 minutos para realizar algún hábito de autocuidado para empezar el día.


Paso 3: Menciona los obstáculos que te impiden tener la rutina deseada.

Siguiendo el ejemplo anterior, un posible obstáculo es no tener el tiempo suficiente para preparar a tus hijos y a ti para comenzar el día. Un segundo obstáculo es retrasar la salida de tu casa por no encontrar los artículos que necesitas llevarte.


Paso 4: Lluvia de ideas sobre soluciones a los obstáculos.

Identificaste los obstáculos que son los problemas que estás teniendo. Pregúntate: ¿qué puedo hacer para que (tu obstáculo) sea menos estresante? Es importante que seas realista con tus soluciones, piensa en cosas que puedes hacer inmediatamente para ayudar a remediar los obstáculos. Cosas para las que estás preparada o para las que puedes estar preparada rápidamente.

Volviendo al ejemplo de las mañanas abrumadas y estresadas.

Primer obstáculo:

  • No tener el tiempo suficiente para preparar a tus hijos y a ti para comenzar el día.

    • Posible solución: levantarse 15 o 30 minutos antes.

Segundo obstáculo:

  • No poder encontrar la cartera o las llaves.

    • Posible Solución: Tener asignado un lugar para guardar todo lo que necesitas al salir de casa.

Paso 5: Prepárate para el éxito implementando las soluciones a través de los hábitos.

El siguiente paso es tomar las soluciones que generaron en el paso 4 y ponerlas en práctica.

Seguimos con el ejemplo de las mañanas caóticas.

Primer obstáculo:

  • No tener el tiempo suficiente para preparar a tus hijos y a ti para comenzar el día.

    • Posible solución: levantarse 15 o 30 minutos antes.

    • Solución con hábitos: Acostarse 30 minutos antes de lo que haces en estos momentos.

Segundo obstáculo:

  • No poder encontrar la cartera o las llaves.

    • Posible Solución: Tener asignado un lugar para guardar todo lo que necesitas al salir de casa.

    • Solución con hábitos: Al llegar a casa, después de estar fuera, colocar la cartera, llaves y cualquier otro artículo para llevar en un espacio designado, como un contenedor o cajón.

Estos son ejemplos básicos y quizás tus obstáculos son más complicados, pero haz estos pasos con cualquiera que sea la rutina que quieres transformar. Muy importante comienza con soluciones y hábitos sencillos. Una buena rutina es aquella que te apoya, ¡una que te ayuda a vivir tu vida en liviandad! 

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